Las duennas de San Pedro
La verdad es que poco o nada puedo contarte de este cenobio benedictino, que tuvo una muy corta vida como tal. De traza románica, parece que se construyó en el siglo XIII o antes, pues ya aparece entonces en testamentos y donaciones. De esa primera etapa conservó además su apellido "De las Dueñas", es decir, de las monjas, que nos ha llegado a la actualidad y guarda en él el dato de su primera y única ocupación en femenino.
No fue largo el recorrido de este monasterio, como te dije. Un siglo más tarde de su inauguración, las hermanas fueron amablemente desalojadas para albergar allí un convento de canónigos regulares de San Agustín, que a su vez fueron invitados a marchar para poderlo transformar en convento de dominicos un par de siglos más tarde. Su vida monástica concluyó con la desamortización, en el XIX, momento en que pasó a ser un simple caserío. Hasta aquí su historia no pasó de ser común a miles de otras de nuestra geografía: un monasterio más que engrosó el más que razonable número de edificios religiosos que pasaron a manos privadas o directamente a la ruina.
Sin embargo, si hay algo glamuroso en la historia de este monasterio es que el caserío fue convertido en una importante finca ganadera por un conocido empresario hispano-estadounidense, Leopoldo Fernández Pujals, el fundador de Telepizza, y fue allí donde éste decidió una vez situar la mayor yeguada de caballos de pura raza española, la Yeguada Centurión.
Pujals reconstruyó el monasterio en la década de los noventa del pasado siglo y lo integró en su finca, que, desgraciadamente, no es visitable en la actualidad. ¡Tendrás que conformarte así con un somero vistazo en la lejanía!
Además, como curiosidad para cinéfilos, te contaré que una versión de la novela "Extramuros", de Jesús Fernández Santos, se rodó allí mismo, en San Pedro de las Dueñas, a finales del pasado siglo, bajo la dirección de Miguel Picazo. Y así concluyó su trayectoria... por el momento.
