MuGeres

Este retrato en femenino, que te dejará un ligero sabor agridulce, no parece ahora apreciable ni relevante e incluso podría decirse que es totalmente prescindible. Puede que sí lo sea, pero...

Eternamente menor de edad y secundaria sin derecho a premio, la mujer, salvo excepciones en las clases más privilegiadas, pasó del padre a esposo sin apenas capacidad de decisión y eso sin hablar de las campesinas, artesanas, viudas pobres o sectores marginados que compusieron realmente la gran mayoría de la población en la Edad Media. Y sin embargo ¿No crees que también hicieron historia?

Todo es cuestión de perspectiva y, en los últimos años, la visión de esa sociedad medieval férreamente dividida en su mitad masculina y su mitad femenina, mediatizada por supersticiones y bulos, ha comenzado a considerarse imperfecta e incompleta, y ha abierto un resquicio por el que tímidamente se asoma una cara de mujer. Cierto es que las fuentes históricas de las que nos servimos son indudablemente escasas y, sin embargo, muchos diplomas, o actos jurídicos medievales, nos aportan pistas más que interesantes sobre la vida de estas mujeres, sus vínculos familiares, sus derechos legales y fiscales, su papel social y religioso... su aportación innegable a la construcción de una nueva sociedad.

La historia de aquellas mujeres que habitaron las ciudades y las aldeas de la Segovia medieval transcurrió no obstante dentro de los límites estrictos que marcaron la discreción y el silencio. Y, sin embargo ¿Llegaron a ejercer un papel más activo del que le conferían las normas civiles y religiosas? Si echas un vistazo a esta página, podrás sacar tu propia conclusión.