Arpías

Las arpías, esos seres fantásticos con cabeza de mujer, cuerpo de ave y cola de serpiente, garras o pezuñas, abundan en toda la geografía provincial.  

Suelen confundirse con las sirenas-ave y, a veces, realmente así lo entendemos en capiteles o canecillos muy deteriorados donde no se aprecian garras o colas de serpiente... Solo el aspecto fiero de las arpías desafía a la calma de las sirenas.

Duratón
Duratón

Contamos con magníficas restauraciones como en el atrio de Nuestra Señora de la Asunción, en el pueblecito de Duratón, que es quizás el templo que aporta uno de los capiteles más bellos de estos seres, asociados a la mujer, que representaban las bajas pasiones o quizás el remordimiento por ellas. ¿Arpías o sirenas?

Pecharromán
Pecharromán
La Cuesta
La Cuesta
Sequera de Fresno
Sequera de Fresno

Más elaboradas o más toscas, las arpías pueblan el románico rural segoviano fundamentalmente en la cuenca del río Pirón y en las comunidades históricas de Fuentidueña, Pedraza, Fresno y Sepúlveda.

Parecidas en su forma a las sirenas-ave, suelen diferenciarse al tener una cola de serpiente o pezuñas.

Turégano
Turégano

Las encontramos perfectamente reconocibles en un capitel exterior del ábside de Santiago, en Turégano, a pesar de haber sufrido la inclemencia de siglos. 

Caballar
Caballar
 Fuentidueña
Fuentidueña
Orejana
Orejana

Las hay tristemente erosionadas por el paso del tiempo, como la de Basardilla.

Basardilla
Basardilla

Las encontrarás también fácilmente en  Cerezo de Arriba, Pelayos, Requijada (Santiuste de Pedraza), San Miguel de Bernuy, San Pedro de Gaíllos, Tenzuela o Torreiglesias. ¡Seguro que sabrás reconocerlas!


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