Contorsionistas y bailarinas
Asociado a la lujuria, las bailarinas y las contorsionistas, dicen los que saben, guardaban también una carga sexual notable en la sociedad románica.
Cierto
es que la Iglesia combatió desde muy pronto la laxitud del baile, por aquello
de su sensualidad, y catalogaba a los danzantes como "esclavos del diablo" o "enemigos de Dios". Y muchos enemigos de
Dios debió haber en la provincia de Segovia, pues son numerosas las iglesias
que exhiben capiteles y canecillos alusivos. Valgan como muestra algunos ejemplos.
Duratón
En Duratón, en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, una verdadera joya del románico rural segoviano, encontrarás bajo el alero superior y en un canecillo, una contorsionista muy esquemática, boca abajo que sostiene en sus manos lo que parece una cinta o pañuelo. NO se aprecia con la claridad debida, pero aún así ¿La reconoces?
Pecharromán
En Sequera de Fresno, estas bailarinas, enjoyadas, parecen más que dispuestas a iniciar su baile.
En Pecharromán, una delicada saltimbanqui, con las piernas elevadas, vestida con algo parecido a las babuchas,al estilo árabe, nos saluda desde lo alto.
Sequera de Fresno
En Rebollo, en la comunidad de Pedraza, en la iglesia cementerio de Nuestra Señora de las Nieves, una mujer vestida, en actitud meditabunda, parece encararse a un músico provocador pareciendo advertirle del peligro de caer en la tentación.
Rebollo