Los impuestos

21.05.2021

Vivir en la villa era una apuesta por la vida social más o menos ordenada: plazas llenas de gente, iglesias repletas, baños, lavaderos, mercados, ferias con exóticos productos venidos del norte...; y además, podía significar también el contar con ciertos privilegios de los que el campesinado carecía.

¿Cómo cuáles? Sin ir más lejos, fíjate, en el primer diploma segoviano (documento), y en otros muchos posteriores de otras villas castellanas, se eximía de pechar, es decir de pagar impuestos, al caballero que residiera dentro de sus muros. Lo mismo pasó en Sepúlveda, y así está recogido cuando se empezó a repoblar, por lo que el mero hecho de tener casa allí, intramuros o en su término, y habitar en ella permanentemente era eximente del gravoso y molesto deber de pagar impuestos.


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